Para salvar la reputación de sus padres, Candy tuvo que aceptar la propuesta matrimonial que Justin le hizo. Ella no tenía alternativa, pero podía negociar los términos bajo los cuales se casarían. Sabía que él no la amaba, por eso no entendía por qué Justin la obligó a prometerle que no le provocaría cuando estuvieran casados.
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