La suerte del último soltero de los hermanos McCoy estaba en manos de una mujer.
El jefe de policía Connor McCoy estaba acostumbrado a cuidar de sí mismo… así como de todos los que estuvieran a su alrededor. Pero se encontró totalmente perdido en el momento en que lo acusaron injustamente de asesinato, y tuvo que confiar en el talento de Bronte O’Brien, la impetuosa ayudante del fiscal, para que ésta demostrara su inocencia. Lo realmente peligroso era que no había nada de inocente en las intenciones de Bronte hacia Connor.
Además, estaba decidida a demostrarle cuántos talentos poseía…
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