Cuando Kyla Finnegan se lanzó a los brazos de Pete y le exigió que le hiciera el amor, sólo le obsesionaba una cosa: que la ayudaran. Esconderse de dos matones en los brazos de Pete le había parecido buena idea entonces. Pero luego deseó haber solucionado ella sola sus problemas. ¿Cómo era posible que hubiese complicado en un asunto tan peligroso a un tipo tan cariñoso y sensible como Pete?
Pete se consideraba un rebelde sin causa. Nunca había tenido ocasión de vivir peligrosamente. Hasta que Kyla Finnegan apareció en su vida. Desde entonces, tenía que vérselas con asesinos.....¡y estaba encantado!
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