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jueves, 28 de noviembre de 2013

Wendy Rosnau - Reencuentro con la tentación

 
El la enseñó a besar, a hacer el amor, a amar... y después le partió el corazón. Por eso, si no hubiera sido por la herida de bala que tenía en el brazo, Margo no habría recurrido a él, ni se habría vuelto a encontrar en su casa y en su cama. Habría seguido odiando a Ryland Archard en lugar de odiarse a sí misma por desearlo de aquel modo. Ese hombre continuaba siendo demasiado mayor para ella, seguía teniendo una pistola en el cajón de su mesilla y el corazón de Margo en sus manos.
 
 

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