Ella jugaba para ganar... pero él estaba cambiando las reglas del juego.
Desde que Tracker McBride le había salvado la vida hacía un año, se había convertido en el protagonista de las fantasías nocturnas de Sophie Wainwright. Pero ya estaba harta de soñar, había llegado el momento de hacer realidad sus fantasías y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por conseguirlo.
A Tracker no le hacía ninguna gracia la misión que le habían encomendado. Llevaba un año sin poder quitarse a Sophie de la cabeza, pero sabía que esa princesita estaba completamente fuera de su alcance. De todos modos, no le importaba nada tener que protegerla... tan cerca. Estaba claro que iba a tener que seducirla para poder olvidarla...
Desde que Tracker McBride le había salvado la vida hacía un año, se había convertido en el protagonista de las fantasías nocturnas de Sophie Wainwright. Pero ya estaba harta de soñar, había llegado el momento de hacer realidad sus fantasías y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por conseguirlo.
A Tracker no le hacía ninguna gracia la misión que le habían encomendado. Llevaba un año sin poder quitarse a Sophie de la cabeza, pero sabía que esa princesita estaba completamente fuera de su alcance. De todos modos, no le importaba nada tener que protegerla... tan cerca. Estaba claro que iba a tener que seducirla para poder olvidarla...
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