Dos años después de la muerte de su madre, Elizabeth seguía aun con el corazón destrozado, gastaba el dinero a manos llenas y no se interesaba realmente en nada a su alrededor.
Una inesperada oferta de trabajo como camarera de un pequeño café cambiaron por completo su vida…
Ahora Elizabeth volvía a sonreír y con Breed aprendió a amar…
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