Lorcan Hunter fue amenazado por un desconocido que se oponía a que dirigiera las obras de un gran complejo hotelero en la isla Mauricio. Le enviaron una guardaespaldas rubia y alta llamada Jess Pallister. Lorcan mostró su escepticismo al verla, pero como su pequeña hija también estaba en peligro, se vio obligado a aceptar la presencia de Jess.
La bella e inteligente Jess pronto pasó a formar parte de la familia. Antes de poder darse cuenta, Lorcan estaba decidido a ofrecerle un encargo permanente para que pudiera cuidarlos a los dos durante toda la vida.
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