¡El amor no puede ser comprado, o vendido!... Sally tenía que salvar a su padre de la bancarrota. Sólo un hombre podría ayudarla: el financiero Luke Andretti, que tenía reputación de ser duro para negociar.
"Pondré en orden los asuntos de tu padre –dijo Luke– por un precio. Debes casarte conmigo, y darme un hijo."
Ella tuvo que aceptar sus condiciones. Pero Sally se prometió que Luke lamentaría un día haberla forzado a un matrimonio sin amor. Lucharía contra él a cada paso del camino.
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